Los sueños siempre comienzan en algún momento. El de nuestro comandante Ardiel Nicolás Díaz lo hizo cuando era niño y viajaba a Alemania cada verano para visitar a sus abuelos. Solía pedir entrar al cockpit y ahí fue cuando supo que lo suyo era ser piloto. Al tocar tierra, dedica todo el tiempo que puede a su otra gran pasión: ¡la restauración de coches clásicos! 😉
F.CFly
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