El pasado sábado, la nave espacial Rosetta, de la Agencia Espacial
Europea (ESA), se acercó hasta una distancia de 6 kilómetros del cometa
67P/Churyumov-Gerasimenko. La máxima aproximación tuvo lugar en una
región conocida como Imhotep, situada en el mayor de los dos lóbulos
del cometa, donde pudo captar diversas imágenes con su cámara Navcam.
Estas imágenes muestran la variedad de terrenos en este cometa. Las
superficies en capas y fracturadas contrastan con las extensiones
suaves, cubiertas de polvo. En algunas zonas, como en la parte inferior
derecha de esta imagen, se aprecia la tenue silueta de objetos casi
circulares que sobresalen. En el resto de la imagen se ven, repartidas
por la superficie, rocas de entre varios metros y varias decenas de
metros de tamaño. La de mayor tamaño se llama Keops, en la parte
superior derecha de la imagen.
Los sobrevuelos como este no solo son una ocasión de obtener imágenes a
alta resolución de la superficie; además permiten a los instrumentos de
Rosetta muestrear las partes más internas de la atmósfera del cometa,
la coma, para entender la conexión entre el origen de la actividad
observada y la coma, más extensa.
Rosetta inicia ahora una nueva fase de observaciones, que realizará
mediante sobrevuelos a distintas distancias, entre unos 15 y 100
kilómetros.
Los sobrevuelos más distantes aportan la visión del contexto, mostrando
el núcleo y su creciente coma a medida que el cometa se mueve hacia el
perihelio, el máximo acercamiento al Sol durante la órbita del cometa.
Rosetta está hoy a 345 millones de kilómetros del Sol; en el perihelio,
el 13 de agosto de este año, estará a unos 186 millones de kilómetros,
entre las órbitas de la Tierra y Marte.
Esta imagen fue obtenida con la cámara de navegación poco después del
máximo acercamiento, a una distancia de 8.7 kilómetros. La escala es de
0.74 m/píxel, y mide 0.76 kilómetros de ancho.
F.AAeroepacial
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