lunes, 14 de marzo de 2016

Obama apoya las “puertas traseras”

Apple y el FBI siguen enzarzados en una batalla legal por desbloquear un iPhone utilizado en San Bernardino y, hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha opinado sobre esta cuestión, aunque de manera indirecta. Obama no ha hablado directamente sobre la negativa de Apple a desbloquear el terminal hallado por el FBI, pero sí ha dado su opinión sobre el cifrado y la disyuntiva que se plantea entre seguridad y privacidad.
Este caso ha agitado a la industria tecnológica y dividido las opiniones y es que, aunque Tim Cook señala que no pueden obligarles a romper sus propias medidas de seguridad, las autoridades han asegurado que, si no acceden, tendrán que entregar el código fuente completo de iOS incluyendo la firma electrónica privada de Apple para que sean los propios agentes los que desbloqueen el terminal.
Obama parece apoyar al FBI, pero con reservas. El pasado viernes, en una entrevista con Evan Smith, director general del periódico The Texas Tribune, el presidente afirmó que este asunto no puede resolverse con un “punto de vista absolutista”. Respaldó su compromiso con un cifrado sólido, pero también planteó que, si los dispositivos electrónicos impiden acceder a la información que contienen, las autoridades no tienen medios para atrapar a pornógrafos infantiles o frustrar planes terroristas.
 “Mi conclusión es que no debe existir un punto de vista absolutista en el asunto”, declaró Obama. “Si alguien defiende un cifrado fuerte, al margen de lo que sea, y de hecho podemos y debemos crear cajas negras, entonces me parece que esa posición no se ajusta al tipo de equilibrio en el que hemos vivido durante 200 o 300 años”, afirmó. “Nuestros teléfonos se están convirtiendo en un fetiche por encima de cualquier otro valor. Y esa no puede ser la respuesta correcta”, aseguró. Por ello, cuando le preguntaron “donde se sitúa usted” en la controversia entre la privacidad y la seguridad, Obama expuso que el gobierno no debe tener la facultad de ingresar a su gusto en los smartphones que están llenos de información privada pero “es necesario que haya cierta concesión” que permita acceder a la información “en ciertos casos”.
El asunto no acaba aquí ya que el FBI podría obligar a Apple a entregar el código fuente de iOS, o lo que es lo mismo, su ADN puesto que existe un precedente: en agosto de 2013, el servicio de correo secreto Lavabit, que usaba Eduard Snowden, tuvo que entregar las claves de cifrado de su servicio para que el FBI pudiese monitorizar los mensajes que enviaba Snowden. El dueño de Lavabit, Ladar Levinson, se negó y fue condenado por desacato con lo que empresa cesó su actividad por la interferencia del gobierno.
El gobierno de EEUU cita este precedente en su respuesta a la apelación de Apple, por lo que el FBI realmente podría hacerse con el código fuente y la clave privada de iOS y modificar éste a su antojo para acceder al iPhone del fallecido terrorista Syed Farook, en el que el FBI puede encontrar información de un tercer terrorista que escapó en el atentado de San Bernardino.
El problema está en que, con el código, el gobierno podría crear versiones a su antojo con las que introducirse en cualquier iPhone mediante un ataque de tipo “man in the middle”.
F.GSecurities

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