viernes, 6 de febrero de 2015

Cien minutos de vuelo del avión espacial europeo

Un equipo de expertos repartidos por tres continentes y en alta mar trabajarán codo con codo durante la breve pero crucial misión del avión espacial IXV de la ESA, monitorizando su vuelo libre en el espacio, su espectacular reentrada en la atmósfera terrestre y su amerizaje en el Océano Pacífico.
El próximo día 11 de febrero, un lanzador Vega partirá desde Kourou, Guayana Francesa, para liberar al Vehículo eXperimental Intermedio (IXV) de la ESA en una trayectoria suborbital.
Este avión espacial sin alas ascenderá hasta unos 420 kilómetros, y regresará a la Tierra con una velocidad equivalente a la que tendría un vehículo que volviese de una misión en órbita baja, frenándose hasta realizar un amerizaje suave en el Océano Pacífico.
Durante los 100 minutos que durará su vuelo supersónico e hipersónico, IXV pondrá a prueba nuevas tecnologías de reentrada desarrolladas en Europa.
A partir del momento en el que IXV se separe de Vega, lo que ocurrirá unos 18 minutos después del despegue, la responsabilidad de la misión recaerá sobre un equipo de expertos repartidos entre la Guayana Francesa, Europa, África y un buque en el Pacífico, que monitorizarán al vehículo durante su vuelo de recogida de datos.
“Un extraordinario equipo de ingenieros del Centro de Operaciones Espaciales de la ESA (ESOC) se desplazará al Centro de Control de la Misión IXV (MCC) en Italia, a las estaciones de seguimiento en África y al buque de recuperación”, explica el responsable del proyecto, Giorgio Tumino, quien también se sentará en ‘consola’ como director de la Misión durante este vuelo experimental. “Su experiencia y contribuciones son fundamentales para garantizar la operación de nuestros sistemas de tierra”, añade..
Como en cualquier misión de la ESA, el ‘segmento de tierra’ está formado por los sistemas de control de la misión, las redes de distribución de datos y las estaciones de seguimiento que reciben la telemetría de la nave en vuelo.
El día del lanzamiento, la mayor parte de la actividad se concentrará en el MCC, alojado en el Advanced Logistics Technology Engineering Centre de Turín, Italia, desde donde se coordinará la actividad de todo el segmento de tierra, desde las antenas de 10 metros de diámetros de Libreville (Gabón) y Malindi (Kenia) hasta la estación instalada sobre el buque de recuperación Nos Aries. Tras separarse del lanzador a una altitud de unos 340 kilómetros, IXV empezará a enviar señales que serán recogidas por la estación de Libreville unos 18 minutos después del lanzamiento.
“Esta primera telemetría nos informará sobre el estado de IXV y nos permitirá ajustar los cálculos de su trayectoria y las coordenadas del lugar de amerizaje”, explica Gerhard Billig, director de las operaciones de IXV y responsable del funcionamiento del segmento de tierra.
F.AAeroespacial

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