martes, 8 de septiembre de 2015

Schaake reclama que no se use tecnología europea para violar los derechos humanos

La tecnología y el acceso a Internet impulsan la libertad de expresión, pero también pueden utilizarse para violar los derechos humanos. Los eurodiputados votan este martes 8 de septiembre un informe sobre la repercusión que los sistemas de intromisión y vigilancia tienen en los derechos humanos en los países terceros. La eurodiputada liberal de Países Bajos Marietje Schaake defiende que Europa debe dar ejemplo y sus tecnologías no deben contribuir a las violaciones de estos derechos.

Señora Schaake, ¿puede citar ejemplos en los que la tecnología europea se haya utilizado para violar los derechos humanos en países terceros?

La tecnología y el acceso a Internet han facilitado que se recopile y difunda información sobre violaciones de los derechos humanos. Pero también han dado lugar a sistemas concebidos, creados y comercializados para la vigilancia a gran escala y para entrometerse en los dispositivos de las personas sin su consentimiento. Son sistemas que pueden extraer información de los ordenadores de las personas, de sus teléfonos móviles, de sus ordenadores portátiles o que pueden encender la cámara o el micrófono y grabar sin que estas personas se den cuenta. Se trata de un mercado significativo valorado en miles de millones de euros en el que operan muchas empresas europeas.

Puede usted imaginar lo que estos sistemas implican para periodistas en países en los que la libertad y la seguridad de la prensa no está garantizada, para personalidades de la oposición, para los defensores de los derechos humanos, para los activistas. Creo que es crucial que la Unión Europea lidere con su ejemplo, y que garanticemos que las tecnologías europeas no contribuyan a las violaciones de los derechos humanos.

¿Cómo pueden garantizarlo la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo?

En primer lugar, necesitamos más información sobre lo que estas tecnologías pueden hacer en realidad. Después, en lo que a la legislación se refiere, no queremos reglamentar en exceso pero hay que empezar a tomar medidas; lo que puede contemplarse en propuestas para restringir las exportaciones o incluso la capacidad de estos sistemas. En el informe, reclamamos más transparencia, más responsabilidades y más concesión de licencias para estos instrumentos, de manera que no los vendamos a regímenes opresores. También deberíamos garantizar que no se vendan instrumentos que permitan el espionaje industrial, y que otros actores no estatales no compren tecnología europea para usarla contra nuestros intereses y nuestros valores.

Otra recomendación que espero que sea adoptada pero que aún es controvertida, pide que se refuerce el uso de la codificación, incluyendo las comunicaciones con defensores de los derechos humanos y periodistas en países terceros.

Puede hacer clic aquí para leer más noticias del Parlamento Europeo.

En su informe reclama más coherencia entre la actividad exterior de la UE y su política interior relacionada con las tecnologías de la información y la comunicación. ¿Es la política interna suficiente para garantizar que estas tecnologías no se utilicen contra los ciudadanos europeos?

Es una discusión muy animada. En los últimos meses hemos visto que países como Francia, que al principio se mostraron muy críticos con lo que hicieron las autoridades de seguridad estadounidenses, ahora han adoptado leyes que pueden saltarse los servicios de inteligencia sin la supervisión adecuada, lo que puede ser muy intrusivo. Hacen falta medidas más sofisticadas y específicas como mejorar la cooperación entre los servicios de inteligencia en Europa, incluso un servicio europeo de inteligencia, mientras que haya una supervisión democrática y jurídica suficiente.

Hay sistemas que, cuando se usan en Europa con la supervisión y las salvaguardias apropiadas, pueden perseguir propósitos legítimos. Pero que nunca tendrían propósitos legítimos en países como Siria, Sudán o Rusia.
F.PEuropeo

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