Se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal,
falsificación de documentos, estafa y usurpación de estado civil.
Se han intervenido dos vehículos, y un laboratorio completo en el
que se fabricaban las documentaciones falsas, utilizando soportes nuevos
y otros sustraídos o extraviados de turistas extranjeros, que usaban
para cometer los hechos ilícitos.
Los miembros de la organización publicaban anuncios de diversos
productos ficticios, desde vehículos hasta batidoras o grupos
electrógenos, acompañados de fotografías con alta calidad en webs de
compra-venta de segunda mano. Cuando las víctimas contactaban por email
y/o teléfono con ellos, acordaban el ingreso en una cuenta bancaria del
precio del efecto ofertado, pero la víctima nunca recibía el artículo
por el cual habían pagado.
Los anuncios los realizaban en tandas creadas desde una misma
dirección IP de forma que no se pudieran rastrear y proporcionaban una
cuenta bancaria independiente para que los compradores hicieran los
ingresos, que previamente habían abierto en diferentes entidades bajo
identidades falsas.
En otras ocasiones, los ahora detenidos acordaban con los
compradores el abono del producto mediante un giro postal. La víctima
realizaba un depósito de la cantidad acordada en una oficina de Correos y
enviaba a la organización una fotografía del recibo del depósito
realizado. Tras ello, uno de los miembros de la red, tras falsificar
dicha documentación y usurpando la identidad del perjudicado, se dirigía
a una oficina de Correos para anular el giro que éste había efectuado y
así conseguir que le reintegraran el dinero del mismo.
Empresas ficticias para el pago
En otros casos, los ahora detenidos ofrecían como medida de entrega
de los artículos una empresa de paquetería en la que los compradores
pagaban el producto a esa empresa de paquetería y ésta a su vez le
entregaba el artículo adquirido.
Estas empresas intermediarias, con su página web propia y de
aspecto totalmente real, estaban creadas también por los estafadores
para ganarse la confianza de las víctimas, ya que ofrecían una garantía
de devolución, en la que tras cuatro días de uso del artículo y en el
caso de quedar satisfechos con el mismo, la empresa de paquetería
transfería el pago del cliente al vendedor, y si por el contrario no
fuera de su agrado el producto, el comprador recuperaría el dinero
pagado. Tendido dicho cebo, el comprador acepta dicha operación pero no
volvía a saber nada de su producto. Los autores de los hechos crearon
páginas webs de falsas empresas de paquetería, siendo las mismas
http://envios-tbs-courier.com/, http://courier-sl-rizi.com/,
htpp://envios-dtl.com/, http://ols-courier.com,
http://courier-mlb-express.com, http://www.envios-sl-erisa.com y
http://courier-onz-express.com.
Estas empresas intermediarias, con la excusa de actuar entre las
partes, solicitaban a las víctimas su documentación, a lo que las
víctimas accedían, y tras dejar pasar un tiempo prudencial para no
despertar sospechas, comenzaban a realizar estafas, utilizando las
identidades de las personas estafadas. Se ha dado casos en los que estas
personas, además de haber sido estafadas, habían sido citadas como
imputadas como autores de otras estafas cometidas por esta organización.
Por otro lado, la organización a través del método “Web Spoofing”
(uso de técnicas mediante el cual los estafadores se hacen pasar por una
entidad existente falsificando la página web) imitaban el dominio web
de empresas dedicadas a la venta de teléfonos móviles o productos
tecnológicos.
Oferta de pisos en alquiler en España y Holanda
De forma similar, publicaban en las páginas webs de alquiler de
viviendas anuncios de pisos muy atractivos a precios irrisorios con
fotos reales obtenidas en distintos lugares de Internet. Cuando el
posible cliente veía el anuncio y quería ponerse en contacto con el
propietario, sólo le ofrecían la posibilidad de hacerlo por correo
electrónico, a través del cual acordaban el ingreso en una cuenta
bancaria del precio del inmueble.
Una vez practicado el ingreso los perjudicados se presentaban en la
vivienda alquilada, en varios casos incluso en Holanda o Alemania, y
comprobaban que habían sido estafados.
La organización estaba dirigida desde Elche por una pareja y un
lugarteniente, que tenían establecida una estructura totalmente
desarrollada para ejecutar los diferentes cometidos.
La investigación sigue abierta, ya que se estima que podrían llegar a ser más de medio millar los delitos imputados.
F.GCivil
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