En los próximos meses, los investigadores de la Nasa llevarán a cabo
las pruebas en tierra de un prototipo de 31 pies de envergadura con una
sección del ala de carbono con 18 motores eléctricos alimentados por
baterías de litio-ferrofosfato.
El ala experimental, conocido como el sistema integrado
híbrido-eléctrico (HEIST), está montado en un camión especialmente
adaptado que circula a una velocidad de hasta 112 kilómetros/hora para
comprobar su estabilidad. Las pruebas en el conjunto del complejo de
suelo móvil proporcionará datos valiosos y la reducción del riesgo
aplicable a futuras investigaciones de vuelo.
El proyecto LEAPTech (Leading Edge Asynchronous Propeller Technology)
supone una transformación completa respecto a lo que estamos
acostumbrados a ver en los aviones actuales de grandes alas y de dos a
cuatro motores. En cambio, las alas desarrolladas por la Nasa son
relativamente pequeñas comparadas con el fuselaje del avión y llevan 18
motores eléctricos cada una. Esos motores puede ser activados
independientemente para mejorar el consumo dependiendo de la velocidad.
F.AAeroespacial
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