El Cabildo de Tenerife ha acogido la presentación del prototipo de avión solar no tripulado (PRONTAS) que
 consistirá en la construcción de un avión solar de 16 metros de 
envergadura, capaz de mantenerse en el aire de forma autónoma y por 
tiempo indefinido, utilizando únicamente la energía del sol y teniendo 
capacidad para realizar distintos tipos de misiones predefinidas de 
carácter científico, institucional o comercial. 
El acto contó 
con la asistencia del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, el 
viceconsejero económico de Economía y Competitividad, Carlos Alonso, el 
profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáutico de la 
Universidad Politécnica de Madrid, Miguel Ángel González, y el director 
del ITER, Manuel Cendagorta. 
El prototipo tendrá una envergadura
 de 16 metros, de los que ocho y medio corresponderán al ala central, 
cubierta por paneles solares para poder cargar las baterías y, por 
tanto, volar de manera indefinida, día y noche "sin tener que aterrizar y
 sin riesgo para las personas", indicó Melchior.
Alonso ha 
defendido el prototipo, que llevará el nombre de 'Tenerife', como una 
"herramienta de control" del territorio porque permitirá "obtener 
información" para la prevención y gestión de incendios, el control de 
las aguas del archipiélago o, incluso, la evolución del clima, porque 
medirá los cambios de temperatura”. Entre las aplicaciones previstas 
para este tipo de avión se encuentran las misiones de observación de la 
Tierra, de vigilancia (fronteras, incendios, carreteras, grandes 
eventos) o la gestión de cualquier tipo de catástrofe, cuando por 
ejemplo los accesos a las zonas afectadas se han visto destruidos o el 
acceso de personas puede ser peligroso, o como nodo de comunicación en 
situaciones de emergencia”,  Ricardo Melchior.
Este proyecto, 
pionero en España, está coordinado por el Instituto Tecnológico y de 
Energías Renovables, dependiente del Cabildo, participan además la 
Universidad Politécnica de Madrid a través de la Escuela Técnica 
Superior de Ingenieros Aeronáuticos y la empresa Aernnova Engineering 
Solutions Ibérica y cuenta con una ayuda del Ministerio de Economía y 
Competitividad y será cofinanciada por Fondos FEDER. El presupuesto 
total del proyecto es de 1.423.121,62€ y cuenta con una ayuda de 
1.017.908,28€. Este es el cuarto avión no tripulado que impulsa el Iter,
 volará a una altura aproximada de 8.000 metros y una velocidad de unos 
80 kilómetros por hora, por lo que cruzará la isla de Tenerife en una 
hora.
La idea de diseñar y fabricar un avión solar no tripulado 
tiene su antecedente en la construcción de un prototipo de menor tamaño 
(5,3 metros de envergadura) que es el que se ha expuesto hoy [lunes 10] 
en el Salón Noble del Cabildo.  
El equipo de la UPM (Universidad
 Politécnica de Madrid) ha desarrollado un simulador de vuelo desde el 
que se realizará el vuelo virtual, que permite probar el aparato en 
diferentes escenarios, con condiciones meteorológicas adversas, etc., 
paso previo imprescindible al vuelo real. El vuelo virtual, que permite 
probar el aparato en diferentes escenarios, con condiciones 
meteorológicas adversas, etc., paso previo imprescindible al vuelo real.
 
Miguel Ángel González ha dicho que el proyecto es un "éxito" 
porque la tecnología utilizada ha abierto un campo de investigación con 
18 proyectos de fin de carrera, y para la Politécnica, por ejemplo, es 
"prioritario" formar a alumnos y doctores.
Este avión está alimentado
 exclusivamente por la energía solar  que capta a través de las células 
fotovoltaicas que recubren sus alas, y cuenta con un sistema de 
almacenamiento que le permite volar durante la noche y en condiciones de
 baja radiación. Se pretende que sea un avión completamente autónomo, 
con capacidad para volar de forma ininterrumpida durante el tiempo que 
deba durar su misión. Para ello cuenta con un sistema de navegación 
capaz de seguir una trayectoria predefinida o comandada desde una 
estación en Tierra. 
Tanto el sistema de navegación como la 
técnica de laminación de las células fotovoltaicas en las alas han sido 
desarrollados por ITER en los proyectos previos relacionados con el 
PRONTAS. 
La ventaja de los aviones solares frente a otros 
vehículos que puedan realizar el mismo tipo de misiones es su gran 
autonomía de vuelo, sin necesidad de aterrizar para repostar 
combustible, su rápida disponibilidad y su bajo coste tanto de 
fabricación como de operación, así como el hecho de no poner en riesgo 
vidas humanas
F.ITER 

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