martes, 3 de junio de 2014

Los drones más grandes necesitarán matrícula y un piloto especializado en tierra

Comisión Europea quiere que el uso comercial y civil de drones dé lugar a una “nueva era de la aviación”, según anunció a principios de abril.  Bruselas (Bélgica) calcula que este negocio generará 150.000 puestos de empleo en 2050 y hasta 15.000 millones de euros al año en beneficios. Sin embargo, este suculento futuro no será viable en Europa hasta 2016, fecha en la que se prevé que será aprobado el marco legal homogéneo para todos los países miembros.

Ante la espera y el temor de perder competitividad en el sector, muchos países miembros han comenzado a adoptar sus propias legislaciones internas. Suecia, Francia, Dinamarca, Italia, Alemania, República Checa, Lituania y Reino Unido ya han aprobado normas que permiten operaciones simples con drones ligeros en sus espacios aéreos  nacionales.

El último país en desarrollar un marco legal que permita a su industria nacional despegar cuanto antes, ha sido España. Hace meses que la Agencia Española de Seguridad Aérea(AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, trabaja de forma conjunta con la industria en el borrador de un proyecto de ley con este propósito, y recientemente la secretaria general de Transporte, Carmen Libero, anunció que estará listo a finales de junio de 2014. El real decreto regulará su uso a nivel comercial y civil, “en determinadas condiciones con limitaciones”.

Aunque España ha iniciado el proceso en último lugar, la AESA asegura a MIT Technology Review que “no lleva retraso y, de hecho, la normativa española será probablemente una de las más completas de la UE”. Las autorizaciones ya vigentes en otros países son, según la organización, escasas y “con muchas restricciones”. Frente a ellas, la normativa española pretende ser especialmente “flexible, para evitar que los avances tecnológicos la dejen obsoleta”.

Hasta entonces, “en España no está permitido, y nunca lo ha estado, el uso de aeronaves pilotadas por control remoto con fines comerciales o profesionales”, según recordó la agencia en un comunicado el pasado abril. Este anuncio significó el cese de actividad de muchos drones comerciales que operaban en el país de manera alegal. Este fue el caso del equipo que filmó la ciudad de Madrid desde el aire en un vídeo que triunfó en las redes sociales. Mientras la nueva normativa no se publique, la AESA insiste en que “este tipo de trabajos sin autorización es ilegal y está sujeto a la imposición de las correspondientes sanciones”.
F.CIniciativas

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