La
Nasa prueba esta semana en el área de misiles de la Marina de EE UU,
en Kauai, Hawaii, en el océano Pacífico, su proyecto denominado
Desacelerador Supersónico de Baja Densidad (LDSD), una especie de
platillo volante para enviar material y astronautas a Marte en futuras
misiones.
Esta prueba de vuelo experimental, que alcanzará los 55 kilómetros de
altura y desarrollará velocidades 3,5 veces superiores a la del sonido,
se ha diseñado para investigar tecnologías de vanguardia con vista a
futuras misiones marcianas, incluyendo los vuelos tripulados.
La Nasa investiga en tecnologías innovadoras que permitan el aterrizaje
de astronautas y mercancías en futuras misiones a Marte, además de
ayudar a devolver de forma segura grandes cargas útiles a la Tierra. La
prueba del LDSD en el océano Pacífico simulará la entrada, descenso y
aterrizaje de una nave espacial a través de la atmósfera marciana.
El LDSD combina dos estructuras similares a dos globos, que se inflan a
los lados de la estructura principal hasta lograr un descenso menos
vertiginoso. Cuando la nave logre disminuir la velocidad de caída, se
desplegará un paracaídas supersónico, que permitirá que una grúa logre,
finalmente, posar la nave en el suelo de Marte.
Hasta ahora, el sistema de aterrizaje en Marte es el que utilizó el
rover Curiosity, que entró en la atmósfera marciana a una velocidad de
21.000 kilómetros por hora, reduciéndose por la fricción hasta los 1.400
kilómetros/hora, momento en que se desplegó el paracaídas y luego una
grúa situó al robot sobre la superficie marciana.
Ahora se trata de probar si el LDSD, viajando a 3,5 veces la velocidad
del sonido, se inflará frenando el vehículo en el descenso hasta que el
paracaídas ayude a posar la nave en la superficie del océano Pacífico,
informa la Nasa en un comunicado para explicar cómo funcionará el LDSD
en las primeras pruebas cerca de Hawaii.
F.AAeroespacial
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