La tecnología de los robots voladores
está ayudando a los investigadores a encontrar nuevos modos de ofrecer
asistencia médica en zonas remotas, supervisar el medio ambiente y mucho
más.
Según la Organización Mundial de la Salud, 11.314 personas
han muerto desde el último brote de ébola que azotó África Occidental
en marzo de 2014. Este brote alcanzó proporciones de epidemia por muchas
razones, como por ejemplo, por el hecho de que las primeras muertes relacionadas con el virus en zonas aisladas pasaron desapercibidas hasta que se propagó la enfermedad.Como consecuencia de ello, los investigadores están contemplando el uso de drones como una manera asequible y más rápida de realizar diagnósticos de pacientes en zonas remotas.
El doctor Timothy Amukele, un patólogo de la Facultad de Medicina Johns Hopkins, señaló que realizar un análisis de sangre a un paciente puede ser una tarea difícil, por no decir imposible, cuando el laboratorio de patología más cercano se encuentra a dos días de camino y es necesario viajar en ferry para llegar a la clínica del pueblo. Para entonces, no solo la muestra biológica dejaría de ser válida para el análisis, sino que también podría estar en juego la vida del paciente.
Amukele se mostraba escéptico con la idea de que un estudiante de posgrado haya sido la primera persona en plantear el uso de drones para transportar muestras de sangre.
Al fin y al cabo, no estamos hablando de enviar libros o zapatos de Amazon, afirma. La sangre es mucho más delicada. Es fundamental mantener su integridad.
Sin embargo, cuanto más pensaba en ello, más interesante le resultaba la idea.
Es más barato que las motocicletas, que son los vehículos que suelen utilizarse para el transporte en África, comenta Amukele. Como viajan a vuelo de pájaro, no tienes que preocuparte por la falta de carreteras ni por la dificultad del terreno.
En julio, Amukele trabajó con dos ingenieros de vehículos aéreos no tripulados para llevar a cabo una prueba de concepto en un lugar situado fuera de Baltimore, Estados Unidos. Tomaron 56 muestras de sangre donadas por voluntarios y las cargaron en un drone que debía realizar un vuelo de hasta 38 minutos de duración.
Para poder realizar una comparación, en coche se transportaron otras 56 muestras.
Una vez finalizada la prueba, no se observó ningún deterioro en las características importantes de las muestras transportadas por el drone, como el número de glóbulos rojos y los niveles de glucosa, con lo cual quedó demostrado que los drones podrían ser una alternativa viable para el transporte de muestras de análisis.
Este método de entrega sería válido para las pruebas de laboratorio más comunes, las cuales constituyen alrededor del 80% de todas las pruebas de laboratorio que se realizan.
Con el fin de desarrollar aún más esta prueba de concepto, Amukele llevó a cabo una segunda fase de prueba a finales de octubre para investigar cómo afectaría el vuelo del drone a muestras de microbios vivos. Este tipo de muestras se utilizan en pruebas biológicas de microbios menos comunes (aunque igualmente importantes), como aquellas que se utilizan para el cultivo de bacterias en el tratamiento de infecciones pulmonares o del tracto urinario con el fin de determinar la sensibilidad a determinados antibióticos.
Amukele afirma que, aunque se encuentra inmerso en el proceso de análisis y recopilación de datos, los resultados preliminares fueron prometedores.
El próximo paso será realizar una prueba en el mundo real: un proyecto piloto por tierra y aire en una región rural de África Oriental.
Amukele, cuyos intereses de investigación se han centrado en mejorar la calidad de los laboratorios clínicos del África subsahariana desde que vivió en Nigeria durante su niñez, ha estado trabajando conjuntamente con funcionarios gubernamentales y personal médico de la región en los últimos meses con el fin de preparar la puesta en marcha del proyecto piloto.
Si funciona, el impacto será enorme, afirma Amukele, dado que con un mayor acceso, los pacientes podrán ser diagnosticados y tratados mucho antes.
Para Amukele, esto significa que la tecnología de los drones salvará vidas.
La rentabilidad de los drones en comparación con los métodos de transporte actuales podría ser de gran ayuda para que la asistencia médica pueda llegar a las zonas remotas que tanto la necesitan. Amukele comenta que esto podría transformar el modo de trasportar muestras a cualquier parte del mundo.
Ha recibido consultas de Indonesia, donde muchos de sus archipiélagos con más de 900 islas habitadas carecen de un laboratorio médico donde poder realizar muestras de análisis.
Clínicas y hospitales de grandes centros urbanos de Estados Unidos también se han puesto en contacto con él para obtener información sobre el uso de drones como un modo más rápido y rentable de transportar muestras por la ciudad hasta un laboratorio central para su análisis.
En la actualidad, los drones se están utilizando para ayudar a la humanidad y abordar problemas mundiales, comenta Eddie Codel, fotógrafo digital, entusiasta de los drones y organizador del primer Festival de Cine Internacional grabado con drones que se celebró el pasado 19 de noviembre en San Francisco. El festival incluye una categoría destinada al uso de drones para una buena causa.
Se están utilizando para la lucha contra incendios y la búsqueda de personas desaparecidas, afirma Codel. También se utilizan para supervisar el medio ambiente. Proporcionan acceso a personas que viven en zonas a las que no se podría acceder sin ellos para ofrecer ayuda y suministros.
Las aplicaciones son tan infinitas como nuestra propia imaginación, comenta.
A continuación te ofrecemos cuatro de las películas rodadas con drones por una buena causa que se presentarán en el festival de la próxima semana:
En el proyecto Syria Airlift se utilizan drones para proporcionar alimentos y ayuda médica a las personas que viven en la Siria devastada por la guerra sin que otras personas tengan que poner en riesgo sus vidas para ofrecer esta ayuda.
Para Mark Jacobsen, fundador y director ejecutivo de Uplift Aeronautics, los drones son un modo de combatir a aquellos que utilizan la inanición y la privación de asistencia médica como armas de guerra.
Skycatch Relief ofreció ayuda en Nepal tras el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el país el pasado mes de abril y que redujo toda la zona a escombros. Skycatch no solo proporcionó suministros de socorro, como mantas de Mylar e impermeables, para casi 3 millones de desplazados, sino que también utilizó un sistema de cartografía en 3D para evaluar los daños en edificios y lugares históricos con el fin de determinar su habitabilidad y ofrecer ayuda para su reconstrucción.
En 2014, el equipo de Tushevs Aerials viajó a la Amazonia de Perú para impulsar la creación de las fuerzas aéreas de la selva tropical, cuyo objetivo es formar a los líderes indígenas sobre el uso de drones para supervisar y proteger la selva tropical en sus tierras.
La anfitriona de este programa de formación fue AIDESEP, la red de comunidades indígenas más grande de Perú, con participantes de las provincias amazónicas de Loreto y Madre de Dios.
F.IBM
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