La Policía Nacional alerta sobre un nuevo repunte de llamadas
comunicando falsos secuestros virtuales. Una modalidad de estafa
telefónica en la que se busca generar una situación de bloqueo y
angustia en el interlocutor, haciéndole creer que un familiar cercano ha
sido secuestrado y que será torturado si no paga de forma inmediata un
restate. Esta nueva oleada de llamadas sigue el mismo patrón que las
detectadas hace casi un año, cuando la Policía Nacional localizó a los
miembros de esta trama en Santiago de Chile, en una operación realizada
en colaboración con las autoridades chilenas.
Desde finales de enero de este año, se han registrado más de medio
centenar de víctimas, principalmente en la Comuniad de Madrid, aunque
también se han comunicado intentos de estafa en distintas provincias de
toda España. El modus operandi sigue las mismas pautas: los supuestos
secuestradores realizan llamadas generalmente por la tarde, -entre las
16:00 y las 23:00 horas-, desde teléfonos ocultos o con el prefijo 0056
(Chile), e intentando desde el primer momento intimidar a la víctima
para que, ante su situación de nerviosismo, les facilite más información
sobre el supuesto familiar secuestrado y hacer incluso más creíble la
situación. El objetivo es que, ante frases como "mamá, estoy
secuestrado" o "me quieren matar", la víctima no pueda cuelgar para
comprobar la veracidad de los hechos y pague el rescate que oscila entre
los 1.000 y 10.000 euros.
Como actúan estos estafadores
Su modus operandi consiste en efectuar llamadas indiscriminadas,
referiblemente a teléfonos fijos, de potenciales víctimas españolas y en
el momento en que estas descuelgan les comunican que su hijo/a u otro
familiar está secuestrado. Los investigadores apuntan a que cuando una
llamada les produce resultados positivos, los delincuentes continúan
telefoneando a los números sucesivos. Esto explica que numerosas
víctimas se concentren en los mismos barrios o localidades, de hecho,
los últimos teléfonos que han denunciado este tipo de llamadas comienzan
por 91 650 xx xx.
Para darle más credibilidad a la amenazas, los delincuentes, con
marcado acento sudamericano, además de identificarse como miembros de
bandas criminales, llegan incluso a imitar la voz de los presuntos
familiares secuestrados, imitaciones que duran apenas segundos para
evitar que la víctimas, inmersas en un gran nerviosismo por las amenazas
recibidas, descubran el engaño. También recurren a efectos sonoros que
despierten terror en los interlocutores y les atenace. De esta forma
conducen a sus víctimas a un bloqueo que les impide comprobar la
veracidad de la amenaza y la localización de los supuestos rehenes, a no
realizar preguntas para las que los secuestradores no tienen
respuestas, a no avisar a la Policía y a pagar cuanto antes.
La prioridad: el pago rápido
En este nuevo repunte de llamadas, los delincuentes han pasado del
pago mediante depósitos a través de compañías internacionales dedicadas a
tal actividad a las entregas en mano, haciéndoles creer que están
vigilando para que no intenten realizar ninguna otra llamada o
comprobación.
Los autores de este tipo de estafas prolongan la llamada durante
bastante tiempo con dos objetivos: por un lado evitar que la víctima
pueda corroborar la veracidad de la información y por otro conseguir que
realice un pago rápido.
Hasta la fecha, tan sólo una persona ha realizado el pago del
supuesto rescate, la víctima transfirió a los criminales 1.000 euros en
un locutorio de Madrid
Desconfíe y llame al 091
Desde hace más de un año, cuando se detecto esta modaliadd de estafa,
la Policía Nacional ha alertado de estas llamadas y ha difundido
periódicamente unas pautas de prevención a través de los medios de
comunicación y sus canales en redes sociales. Esta labor de prevención
había logrado casi reducir a cero el número de llamadas, pero en las
últimas semanas parece que otras personas relacionadas con la trama
continúan con esta modalidad delictiva con fines lucrativos. Por ello
los especialistas en secuestros y extorsiones de la Policía Nacional
insisten: desconfíe de este tipo de llamadas y contacte de inmediato con
la Policía Nacional -a través del 091 o en cualquier comisaría- si
recibe una de estas comunicaciones desde un número privado o
desconocido.
F.CNPolicia
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