Los sindicatos de pilotos (Sepla) y de controladores (Usca) creen
necesario que la Administración desarrolle lo antes posible un
reglamento para la operación con aeronaves pilotadas por control remoto
(drones), así como que haya una armonización de la normativa europea
relacionada con estas operaciones para garantizar la seguridad aérea.
Según cálculos del sector aéreo, en los últimos 4 años se han vendido
en España unos 5.000 Drones con un peso inferior a los 25 kilos y hay
unas 160 empresas autorizadas por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea
(AESA) para volar estos aparatos, aunque tanto controladores como
pilotos creen que, una vez que se implante una reglamentación, el
crecimiento va a ser exponencial.
“Todo apunta a que en el futuro estos aparatos tengan cada vez mayor
difusión y se integren en el espacio aéreo con tráfico controlado”,
explicó Joaquín Lucio Villegas, uno de los representantes de Usca, que
quiso dejar claro que para ello un dron “tiene que ser un usuario más y
tener todos los requisitos de seguridad que se le piden a una aeronave
comercial”.
Entre estos requisitos, Villegas detalló que tienen que disponer de
radiocomunicación en ambos sentidos, así como tener la capacidad para
detectar y evitar obstáculos y han de poder ejecutar las maniobras que
el controlador les pida en el mismo tiempo que lo haría una aeronave
tripulada. Sólo así podrían volar en las mismas zonas en que opera el
tráfico estándar en estos momentos y que en la actualidad están vetadas a
estos aparatos.
La legislación actual sólo permite a los RPAS volar en espacio aéreo
reservado para ellos, que se denomina “espacio aéreo segregado”, según
manifestó la secretaria de Asuntos Profesionales de Usca, Susana
Lloreda, que resaltó que la reserva de este espacio se hace acudiendo a
la autoridad aeronáutica, en este caso a la AESA, que es quien determina
este hecho en un NOTAM.
A juicio de Lloreda, el problema estriba en que en la actualidad la
presión de la industria de RPAS es muy fuerte, ya que tiene un campo de
actuación muy amplio y en pleno desarrollo y se está encontrando con la
falta de una regulación estatal, que, además, esté armonizada a nivel
europeo.
Las incursiones ilegales de drones en espacio aéreo controlado han
provocado en los últimos tiempos varios incidentes de seguridad, como el
que se registró en el verano de 2014 en el aeropuerto londinense de
Heathrow, donde una aeronave pilotada por control remoto “estuvo
demasiado cerca de un avión comercial y originó una investigación por
parte de las autoridades civiles aeronáuticas inglesas”, señaló
Villegas.
Por su parte, Lloreda manifestó que otro de los problemas de seguridad
que plantean los drones es que debido a su pequeño tamaño los pilotos no
los ven. “Un piloto ve un tráfico ligero, ve las avionetas, pero no un
dron, aparte de que hoy en día la tecnología no permite a estos aparatos
detectar a una aeronave, con lo que tendría que ser el avión tripulado
el que evitara al no tripulado”.
Desde el Sepla, Rafael Teijo, explicó las diferencias entre un avión
tripulado (volado por un piloto) y un dron y señaló que este último es
un sistema compuesto por tres elementos: la aeronave, el mando de
control y un sistema de comunicación y control. Cada uno de ellos con
sus dificultades y problemas. “Pero si encima, el RPA entra en un
espacio controlado, también tendría que tener comunicación VHF por radio
para poder hablar con el controlador. Todo esto hace que sea muy
complicado, porque la evolución técnica va muy rápido, pero la normativa
evoluciona muy despacio porque tiene muchos problemas de integración
con el espacio aéreo”.
Sobre el desarrollo normativo, se espera que la futura norma esté lista
antes de 2016, ya que en la AESA están valorando las alegaciones
presentadas al Real Decreto que la actualiza. La futura normativa
determina que los vuelos tendrían que cumplir con unas medidas
específicas de seguridad y limita su uso a un máximo de 100 metros de
distancia y de 10 de altura entre el dron y el piloto. Esto en lo que se
refiere a las aeronaves no tripuladas cuyo peso sobrepase los 25 kilos.
Por debajo de ese peso, podrían volar en un espacio aéreo no controlado
más allá del alcance visual del piloto.
En estos momentos, no se permite el uso de drones en zonas urbanas.
Sólo se pueden manejar fuera de núcleos de población, edificios,
edificaciones, reuniones de personas al aire libre y de espacios aéreos
no controlados.
En cuanto a la armonización europea, Lloreda señaló que la Agencia
Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) estima
tener un documento listo para 2020. Por el momento, ya se ha abierto el
proceso de trabajo que le dará forma, el Notice for Proposed Amendments
(NPA).
F.AEspacial
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