La primera señal de la sonda Philae confirmando su llegada a la 
superficie del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko fue recibida en la 
estación de la Nasa en Madrid y en la de la ESA en Malargüe, Argentina, a
 través de la nave Rosetta, según indica la agencia europea.
 La señal fue confirmada de forma inmediata por el Centro Europeo de 
Operaciones Espaciales (ESOC) de la ESA en Darmstadt y el Centro de 
Control de Philae de la agencia DLR en Colonia.
 Los primeros datos de los instrumentos de la sonda de aterrizaje se 
transmitieron al Centro de Ciencia, Operaciones y Navegación de Philae 
en Toulouse, Francia, de la agencia espacial francesa CNES.
 “Nuestra ambiciosa misión Rosetta se ha ganado un lugar en los libros 
de historia. No solo es la primera en entrar en órbita de un cometa; 
ahora se ha convertido también en la primera en colocar una sonda de 
aterrizaje en la superficie de un cometa”, dijo Jean-Jacques Dordain, 
director general de la ESA. “Con Rosetta abrimos una puerta al origen 
del planeta Tierra, y promoviendo una comprensión mejor de nuestro 
futuro. La ESA y su misión Rosetta han logrado hoy algo extraordinario”,
 añadió.
 Por su parte, Álvaro Giménez, director de Ciencia y Exploración 
Robótica de la ESA, indicó: “Después de más de 10 años viajando a través
 del espacio, ahora estamos haciendo el mejor análisis científico de uno
 de los más antiguos remanentes de nuestro Sistema Solar. El éxito de 
hoy se asienta en décadas de preparación, que garantizan que Rosetta 
seguirá siendo un actor definitivo en la ciencia de exploración de 
cometas y espacial”.
 “Estamos enormemente aliviados por haber sobrevivido al aterrizaje en 
la superficie del cometa, especialmente teniendo en cuenta el desafío 
añadido que han supuesto los fallos en el estado de la sonda”, dijo 
Stephan Ulamec, Philae Lander Manager, del DLR, en el Centro 
Aeroespacial Alemán. “En las próximas horas sabremos exactamente dónde y
 cómo hemos aterrizado y empezaremos a obtener la mayor cantidad posible
 de datos científicos de la superficie de este mundo fascinante”, 
añadió.
 Rosetta fue lanzada el 2 de marzo de 2004 y viajó 6.400 millones de 
kilómetros a través del Sistema Solar antes de llegar al cometa el 6 de 
agosto de 2014.
 “El viaje de Rosetta ha sido un continuo desafío operacional”, ha dicho
 Thomas Reiter, ESA Director of Human Spaceflight and Operations. “Ha 
requerido un abordaje innovador, precisión y mucha experiencia. Este 
éxito es testimonio del trabajo de equipo sobresaliente y de la 
experiencia en la operación de satélites, adquirido por la ESA a lo 
largo de los últimos 50 años”. 
 El lugar de aterrizaje, bautizado Agilkia y localizado en el corazón 
del extraño cometa con forma de  doble lóbulo, se escogió solo seis 
semanas antes de la llegada, basándose en imágenes y datos obtenidos 
desde una distancia de entre 30 y 100 Km del cometa.  Estas primeras 
imágenes revelaron en seguida que el cometa es un mundo lleno de rocas, 
con acantilados y precipicios, y chorros de gas saliendo de la 
superficie.
 Tras un período en que Rosetta estudió de cerca la superficie, a una 
distancia de 10 Km, Rosetta se desplazó de nuevo a una trayectoria más 
alejada para prepararse para soltar a Philae.
 La liberación de la sonda se confirmó a las 09:03 GMT (10:03 CET) a una
 distancia de 22.5 Km del centro del cometa. Durante el descenso de 
siete horas, realizado sin propulsión ni sistema de guiado, Philae tomó 
imágenes y recogió información sobre el entorno del cometa.
 “Una de las mayores incertidumbres asociadas al envío de Philae fue la 
posición de Rosetta en el momento de la separación, que ha estado 
influenciada por la actividad del cometa en ese momento específico y 
que, a su vez, pudo afectar la trayectoria de descenso de la sonda”, 
dijo Sylvain Lodiot, ESA Rosetta Spacecraft Operations Manager. “Más 
aún, estamos llevando a cabo estas operaciones en un entorno sobre el 
que apenas hemos empezado a investigar, a 510 millones de kilómetros de 
distancia de la Tierra”.agregó.
 Se esperaba tocar la superficie a una velocidad de 1 metro por segundo 
aproximadamente. El mecanismo de tres patas debe absorber el impacto 
para prevenir el rebote y unos crampones en cada pata, y dos arpones 
disparados en el momento del aterrizaje, debían anclar la sonda a la 
superficie.
F.AAeroepacial 
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