En la edición de este año 2014, han participado 26 naciones
OTAN, además de otras 5 invitadas y también se ha contado con
representantes del sector académico e industrial como observadores del
ejercicio
El mayor ciberejercicio de la OTAN, denominado “Cyber Coalition 2014
(CC14), se ha desarrollado entre los días 17 y 21 de noviembre, en Tartu
(Estonia) y en diversas sedes localizadas en territorio de las naciones
participantes. En la edición de este año, han participado 26 naciones
OTAN, además de otras 5 invitadas.
Los objetivos de este ejercicio han sido: el asesoramiento en la toma
de decisiones, la coordinación entre los distintos organismos OTAN
implicados en ciberdefensa, el adiestramiento de las capacidades de
ciberdefensa nacionales y el intercambio de información sobre amenazas
colectivas.
Por lo tanto, a pesar de estar considerado como un ejercicio de
ciberdefensa, sus objetivos han ido más allá de desafíos puramente
técnicos, incluyendo objetivos de índole operativa, tales como
garantizar el flujo ininterrumpido de información a pesar de la
oposición del adversario. Para ello, uno de los aspectos más importantes
del ejercicio ha sido el intercambio de información entre las naciones
mediante el uso de herramientas colaborativas, al objeto de superar los
retos técnicos lo más rápidamente posible, en tanto la OTAN difundía las
correspondientes alertas a las naciones aliadas.
En este sentido, el ejercicio ha contado con la participación de la
Célula de Gestión de Crisis de Operaciones de Ciberdefensa de la OTAN y
del equipo de respuesta rápida de la Alianza, de reciente creación, que
ha sido desplegado durante el CC14 como respuesta a uno de los
incidentes planteados.
Otra primicia de este año es la incorporación de representantes del
sector académico e industrial como observadores del ejercicio, motivado
por la evidente necesidad de contar con una mayor participación del
sector civil en eventos de ciberdefensa de la OTAN. Se prevé que el
grado de involucración de estos sectores se amplíe en ediciones
posteriores.
Además de los desafíos técnicos en los que se han participado, es
importante destacar la importancia de las relaciones profesionales
establecidas tanto durante el planeamiento del ejercicio como en la
propia ejecución, relaciones que sin duda contribuirán a fomentar mayor
confianza y un fluido intercambio de información en el futuro.
Participación española
Por parte de España el ejercicio ha contado con la participación del
Mando Conjunto de Ciberdefensa (MCCD) y del Centro Criptológico Nacional
(CCN) desde distintas sedes, tanto en territorio nacional como en
Tartu. Para la resolución de los diferentes retos legales y técnicos
planteados, el MCCD ha contado también con la colaboración de la
Asesoría Jurídica del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), de la Guardia
Civil y del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
Representantes del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de
la OTAN, con sede en Bétera (Valencia), y de Telefónica han asistido
como observadores al ejercicio.
Cabe decir que la representación española ha tenido una destacada
participación que ha sido reconocida públicamente por la dirección del
ejercico
F.EMD
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