viernes, 17 de julio de 2015

Las razones por las que nunca se debe entrar en combate cerrado con un F-35

Si se va a librar un combate cerrado en el aire, es mejor no recurrir al avión F-35. Al menos, es lo que uno diría después de leer un informe filtrado por la web ‘War is boring’, elaborado para dar cuenta de los resultados de un test. revela las opiniones vertidas sobre el F-35A por el piloto que se encargó de un test de esta aeronave.
El informe, con fecha del 14 de enero, indica que “la evaluación se centró en la efectividad general de la aeronave al realizar una serie de maniobras específicas en un entorno dinámico”. Comprendía maniobras tanto ofensivas como defensivas, con grandes ángulos de ataque y mucho movimiento de pedales y palanca, a altitudes de entre 10.000 y 30.000 pies. La unidad del F-35A utilizada en estas maniobras era el prototipo AF-02 y, en las pruebas, tenía que intentar derribar a un F-16… misión en la que fracasó estrepitosamenteo.
El autor del informe destaca la falta de energía del F-35A a la hora de maniobrar con él, lo que representa un problema a la hora de sobrevivir a un ataque o alcanzar un objetivo. Considera que la maniobrabilidad del F-35A está por claramente por detrás de la de un F-15E, el cual cuenta con alas más pequeñas pero un peso similar. El F-16 pudo dar la vuelta al combate y amenazar al F-35A, cuyo morro ‘perezoso’ le impedía reposicionarse con la debida rapidez. La velocidad de cabeceo del F-35A se reveló insuficiente para perseguir a un enemigo armado, y el aparato fue descrito como “impredecible” cuando se encuentra en plena maniobra.
“No se dispuso de ninguna defensa efectiva con armas durante este test”, añade el informe. El piloto también cuenta que el casco es demasiado grande, lo que le impedía mover la cabeza dentro de la cabina: “hubo muchas ocasiones en las que el enemigo habría estado visible –no bloqueado por el asiento-, pero el casco impedía estar en una posición desde la que verle”. A veces era el casco el que bloqueaba la visión, mientras que en otras ocasiones el problema era el asiento. “Hacía falta un montón de esfuerzo físico para darse la vuelta y lograr ver más”.
Desde Lockheed Martin, el contratista que se ha encargado de desarrollar el F-35 para el Pentágono, han aclarado que el prototipo AF-2 no equipaba muchos de los sistemas que se utilizan habitualmente, como el software para manejar el cañón, y que es un avión expresamente diseñado para atacar desde largas distancias, no en combates cerrados. Señalan además que en otras pruebas los F-35 han ganado a los F-16 gracias a sus nuevos sistemas de armas.
F.OMagazine

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