Las cosas de Aena son incomprensibles para la lógica convencional. Ahora,
 el nuevo episodio del desaastre de la gestión del organismo público 
semiprivatizado son unas obras de reparación de una de las cuatro pistas
 del aeropuerto de Barajas Madrid, que están provocando retrasos y 
complicaciones operativas. El caos se revela en cada uno de los detalles
 del episodio. Vean.
                    
                    PREFERENTE
En primer lugar, no se entiende que la pista 18R/36L se esté 
hundiendo porque, según se ha publicado, no se había calculado bien el 
peso de los aviones. ¿Es posible que ocurra algo así? ¿Podemos ser un 
país tan bananero? ¿Pesan los aviones en España más que en otros países?
 El gasto que supondrá reparar esta pista será de 14 millones de euros, 
sin más explicaciones. En segundo lugar, la reforma de la pista se tiene
 que hacer en horario de operaciones del aeropuerto. Curioso: mientras 
en el Aeropuerto de Heathrow se puede reasfaltar en los breves tramos de
 la madrugada en los que decrecen las operaciones, gracias a un trabajo 
de precisión que cada mañana devuelve la pista al servicio ordinario, en
 Barajas no somos capaces, pese a que cobramos tasas de las más altas de
 Europa. En Barajas, como en las obras de asfaltado de las ciudades, han
 de trabajar en los momentos de más demanda y que se fastidien los 
usuarios y las compañías aéreas.
Lo más absurdo, sin 
embargo, no es esto, sino el tercer punto: ¿Cómo puede ser que un 
aeropuerto como Barajas, que tiene cuatro pistas y que opera bastantes 
menos vuelos que Heathrow, en Londres, que tiene dos, no pueda funcionar
 con tres de sus pistas sin padecer retrasos y complicaciones? ¿Cómo 
funcionan nuestras matemáticas?
Incluso más alarmante: 
Gatwick, el segundo aeropuerto de Londres, opera un poco menos de vuelos
 diarios que Barajas con una única pista, y sin embargo funciona 
perfectamente. ¿Cuál es el límite de la inoperancia del ente 
aeroportuario español? ¿Dónde están los responsables para dar la cara 
ante el caos que están generando? ¿O es que sólo saben pagar publicidad 
en los medios de comunicación diciendo que Aena es una maravilla?
Los
 pilotos de aviones, a través de su Colegio Oficial, enviaron una carta a
 la Agencia Estatal de Seguridad Aérea protestando porque los cambios se
 han llevado a cabo sin consultar a los pilotos y creando un caos. En 
estos momentos, muchos aviones tienen que sobrevolar el espacio aéreo 
vecino al aeropuerto durante más tiempo, esperando la posibilidad de 
aterrizar, sin que nadie haya instruido a las aerolíneas a cargar más 
combustible, cosa que alarma normalmente a los no entendidos.
Los
 pilotos, habituados a operar en otros lugares, se quejan amargamente de
 la situación que se genera, con normas que difícilmente facilitan la 
operación. Algunos protestan porque la gestión en Aena está en manos de 
los ingenieros aéreos, que ni controlan ni operan aviones. Sea como 
fuere, lo nuestro no tiene parangón.
En todo caso, el 
que sufre siempre es el usuario y las compañías aéreas, que tienen que 
padecer el mal servicio del monopolio de la aviación española. En ningún
 otro país de Europa un caos de este tipo pasa sin que se explique, sin 
que se dé la cara, y sobre todo sin que nadie asuma responsabilidades.
Porque,
 de paso, alguien debería explicar a los ciudadanos por qué tenemos que 
tener inversiones costosísimas sin que rindan de la misma manera que en 
otros países. Simplemente, es inexplicable que Barajas, con 418.000 
movimientos anuales, no pueda operar con tres pistas sin problemas, 
cuando Heathrow, con 480.000, lo hace con dos. Incomprensible. O los 
demás son muy listos o…
F.SEPLA 
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