Rusia lanzó anoche desde el silo 13 del Área 370 de la base de Yasny,
en los Urales, 33 satélites a bordo de un cohete SS-18 ‘Satan’, entre
ellos el Deimos 2, construido conjuntamente por la empresa Deimos
Imaging de Puertollano (Ciudad Real) y la coreana Satrec Initiative,
según anunció la operadora del lanzamiento, la multinacional Kosmotras.
El Deimos 2, un satélite de observación de la Tierra de 310 kilogramos,
hasido integrado y testeado en las instalaciones de Elecnor Deimos.
Tiene unas dimensiones de 1,5 x 2,0 metros y es capaz de obtener
imágenes de la Tierra con una resolución de un metro en modo
pancromático (450-900 nm) gracias a su cámara EOS-D. Esta cámara posee
un telescopio tipo Korsch con un espejo primario de 40 centímetros de
diámetro y 5,75 metros de focal. En modo multiespectral la resolución es
de 4 metros. Cada imagen barre un área de 12 o 24 kilómetros de ancho y
es capaz de realizar imágenes en estéreo.
El satélite está dotado de cuatro paneles solares de arseniuro de galo
que proporcionan una potencia eléctrica de 450 vatios. Dispone de
impulsores eléctricos a base de xenón para el control orbital y una
antena en banda X para transmitir datos a 160 Mbps. Su diseño es similar
al empleado en el DubaiSat 2 (lanzado en 2013) y complementará en
órbita al Deimos 1, capaz de obtener imágenes de 22 metros de
resolución. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio correrá a
cargo con el 20% del coste del satélite. Las estaciones de tierra están
situadas en Puertollano (España) y Svalbard (Noruega). Su vida útil se
estima en siete años y estará situado en una órbita heliosíncrona de 620
kilómetros de altura.
El desarrollo de esta misión se ha realizado en un tiempo récord de
tres años. Una vez en servicio, Deimos-2 va a participar en diversos
proyectos, todos ellos al servicio de la sociedad. Dará información muy
precisa a peticiones de clientes (principalmente Gobiernos y grandes
empresas) que soliciten imágenes para los ámbitos de: agricultura; medio
ambiente; cambio climático; control de crisis y protección civil
(incendios o inundaciones); así como defensa, inteligencia y control de
fronteras.
Según Miguel Belló, director general de Elecnor Deimos, “el objetivo de
Deimos-2 es mejorar el conocimiento de los fenómenos naturales que
ocurren en nuestro planeta y contribuir a prevenir y gestionar posibles
crisis de carácter natural. Por ejemplo, ayudará a mejorar la producción
agrícola ya que permitirá dar recomendaciones sobre cantidades de
fertilizantes, zonas de aplicación, usos de riego, etc., con lo que se
contribuirá a cuidar el medio ambiente, pero también servirá para
controlar y medir el cambio climático, la deforestación y tendrá
utilidad para defensa, inteligencia e incluso ayuda humanitaria, entre
otras múltiples aplicaciones”.
El primer satélite desarrollado por la compañía fue Deimos-1, que
destacó por ser el primero español de observación de la Tierra y el
primero europeo de iniciativa íntegramente privada. Se puso en órbita en
julio de 2009 y a lo largo de estos cinco años se ha convertido en un
referente mundial para los ámbitos para los que fue concebido:
agricultura, medio ambiente y mitigación del efecto de desastres
naturales.
Deimos-1 dispone de un sensor que proporcionan imágenes con un ancho de
barrido de 620 km y cubre una superficie de 4.000.000 km2/día.
Para la integración y posterior control de la misión Deimos-2, Elecnor
Deimos ha desarrollado el innovador Centro de Integración y Operaciones
de Satélites de Puertollano. Con una inversión de cerca de 8 millones de
euros, este complejo, inaugurado en 2013, permite la integración y
control de satélites propios, como Deimos-2, y también de terceros.
El Centro está equipado con la más avanzada tecnología y se divide en:
-Área de Ingeniería: donde se realiza el trabajo de diseño e ingeniería
de satélites, capaz de albergar un equipo de más de 200 personas, todas
ellas de alta cualificación
-Sala limpia de 400 metros cuadrados: donde se realiza la integración y
pruebas de los satélites. Está dotada de un sofisticado sistema de
ventilación y filtración del aire para mantener los más rigurosos
parámetros ambientales y de control de temperatura y humedad para
realizar la integración de satélites cumpliendo las más altas
exigencias.
-Antena de 10,2 metros de diámetro, de doble banda (S + X) que sirve
para comunicarse con Deimos-2 y recibir las imágenes captadas por el
satélite. Además de esta antena, habrá otras tres más para comunicarse
con Deimos-2: En Boecillo, Valladolid (donde Elecnor Deimos cuenta con
otro Centro de Control desde el que se supervisa actualmente Deimos-1),
otra en Inuvik, Canadá y en Kiruna, Suecia.
-Centro de Control: desde donde Elecnor Deimos se comunica con el
satélite, lo supervisa y controla. Desde aquí se darán datos de
telecomando, para programar en Deimos-2 qué imágenes queremos tomar,
cómo tiene que maniobrar o incluso efectuar maniobras de evasión que
debe hacer ante una posible colisión con basura espacial. También se
reciben datos de telemetría, relacionados con la salud del satélite y
las imágenes tomadas por Deimos-2.
Una vez que las imágenes lleguen al centro de control, la información
será procesada hasta convertirla en un producto final para los clientes
(empresas y gobiernos, principalmente). Para este proceso Elecnor Deimos
cuenta con un software desarrollado por la propia compañía (la suite de
productos gs4EO que es capaz de procesar y entregar la imagen al
cliente en menos de 2 horas.
Con Deimos-2 y el Centro de Integración y Operaciones de Satélites de
Puertollano, Elecnor Deimos completa su presencia en toda la cadena de
valor de las misiones espaciales al ser capaz de gestionar programas
espaciales completos, diseñar, integrar, validar, lanzar y operar
satélites de observación de la Tierra, explotar comercialmente satélites
de observación y desarrollar sistemas espaciales de observación de la
tierra para terceros.
F.AAeroespacial