La
sonda Venus Express de la ESA ha puesto fin a su misión de ocho años
tras exceder con creces la longevidad para la que había sido diseñada.
El combustible del satélite se agotó durante una serie de encendidos que
pretendían elevar su órbita tras la campaña de aerofrenado a baja
altitud que llevó a cabo a mediados de este año.
Desde su llegada a Venus en el año 2006, la sonda europea había
permanecido en una órbita elíptica con un periodo de 24 horas, que la
llevaba a 66.000 kilómetros sobre el polo sur del planeta en su punto
más alejado y hasta 200 kilómetros sobre el polo norte en el punto de
máxima aproximación para llevar a cabo un estudio detallado del planeta y
de su atmósfera.
Tras ochos años en órbita y ya con poco combustible en su sistema de
propulsión, Venus Express comenzó una campaña de aerofrenado a mediados
de 2014, durante la que fue descendiendo de forma gradual hasta
adentrarse en la atmósfera del planeta.
Durante la fase principal de su misión, el satélite encendía sus
motores de forma periódica para mantener su distancia con el planeta y
evitar perderse en su atmósfera, pero esta campaña tenía como objetivo
justamente lo contrario: reducir la altitud de la sonda y así permitir
la exploración de regiones de la atmósfera nunca antes estudiadas.
Esta campaña también sirvió para preparar futuras misiones de
exploración planetaria – la técnica de aerofrenado se puede utilizar
para entrar en órbita a planetas con atmósfera utilizando mucho menos
combustible que con las maniobras convencionales.
El punto más bajo de la órbita de Venus Express se redujo de forma
progresiva hasta los 130-135 kilómetros durante los meses de mayo y
junio de 2014, y la campaña de aerofrenado se llevó a cabo entre los
días 18 de junio y 11 de julio.
Tras pasar un mes entrando y saliendo de la atmósfera de Venus, la
sonda europea realizó una serie de 15 encendidos de su motor principal
para elevar de nuevo su trayectoria, hasta alcanzar los 460 kilómetros
de altitud el 26 de julio en una órbita con un periodo de poco más de 22
horas.
A partir de este punto, la misión comenzó una nueva fase de operaciones
científicas mientras el punto más bajo de su órbita descendía de nuevo
bajo la acción de la gravedad del planeta.
Asumiendo que todavía le quedaba algo de combustible, se decidió elevar
su órbita una vez más para compensar este decaimiento natural y
continuar así con las operaciones durante el año 2015. Esta nueva serie
de encendidos se llevaría a cabo entre los días 23 y 30 de noviembre.
Sin embargo, el 28 de noviembre se perdió el contacto con Venus
Express. Desde entonces se ha conseguido restablecer parcialmente los
enlaces de telemetría y telecomando, pero las comunicaciones son muy
inestables y sólo se puede descargar una cantidad limitada de datos.
“La información disponible indica que el satélite ha perdido el control
de actitud, probablemente tras experimentar problemas con sus motores
durante las maniobras para elevar su órbita”, explicó Patrick Martin,
responsable de la misión Venus Express para la ESA. “Parece probable que
Venus Express haya agotado el poco combustible que le quedaba mientras
ejecutaba las maniobras programadas para el mes pasado”, añadió.
F.AAeroespacial
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